Una tecla hace sonar la nota…

y esa nota toca el alma… aparece un suspiro y el momento se marca como eterno. La noche era tibia y anunciaba, con ausencia de humedad, una velada deliciosa. Al tocar la seda de mi falda que me rozaba sutilmente las piernas, al ritmo de los tacones que me hacían estar un poquito menos lejos … Sigue leyendo Una tecla hace sonar la nota…